jueves, 10 de enero de 2013

Tulane University

Son las 16:45 en Argentina. Hace dos horas estaba en Tulane University, bastante lejos del French Quarter donde está mi hotel en la ciudad de New Orleans, Louisiana. Llegué ahí tras recorrer el Garden Distric, una zona de casas muy bonitas, pero no confundir con las mansiones de las plantaciones que esas están en otro lado, y el cementerio de Lafayette #1, que  tantas veces leí en los libros de Anne Rice. Cuando decidí volver me subí a un Street Car que estaba parado y que para mi sorpresa cuando emprendió la marcha lo hizo para el lado contrario que yo esperaba. Pero ahí me puse a hablar con unos yanquis de Colorado que iban a ver la universidad y decidí ir para ese lado. Pero cuando nos bajamos se largó una lluvia torrencial. Ellos tenían paraguas y siguieron. Yo no y me quedé debajo de un techito. Para entonces ya estaba empapado. Fui a la parada del Street Car que no tenía refugio alguno. Antes hundí el pie en varios charcos porque llovía tanto que la calle era una pileta. Al final vi una especie de refugio algo lejos de la parada y fui hasta allí aunque para ello tuve que meter los pies en el agua nuevamente. Tras unos minutos vino el transporte y pude llegar al hotel tras un transbordo a un bus tradicional, pero eso fue bastante rápido.

Me saqué la ropa de inmediato y me bañe con agua caliente. Espero no haberme enfriado demasiado, porque un escalón antes de lo peor de lo peor que es ir a trabajar enfermo, es estar de vacaciones enfermo. Luego estrujé lo mejor que pude la ropa mojada y me acosté para terminar de entrar en calor. Desde la cama es que escribo esto ahora.

lunes, 7 de enero de 2013

Logan Airport

Son las 10:42 P.M. en Boston, Massachusetts. Las 00:42 en Argentina. Robando energía de un Dunkin´Donuts y usando el wifi del Logan Airport. Tengo por delante 5 y 3/4 horas hasta que abra el punto de venta de United Airlines. Un problema con una compra online me tiene en estado de incertidumbre desde hace unas horas cuando un mail me enteró del inconveniente con mi reserva. Ya tengo pago el hotel en mi próximo destino, así que sí o sí tengo que subir a ese avión esta próxima madrugada. 

No comí, creí que el aeropuerto iba a tener un montón de negocios abiertos e iba a aprovechar para matar el tiempo comiendo pero no es así. Así que hasta las 5 A.M. tengo que arreglármelas con un pudding que me guardé del breakfast en el hostel y unos chiclets y mentas. Gracias a dios por el wifi gratis y eficaz del lugar. Desde Ezeiza que no conseguía conexión a internet sin costo en aeropuerto.

Tengo todavía que ordenar algunas cosas de mi valija para no complicar la inspección de seguridad. Tendría que hacer en eso en vez de escribir, antes de que me invada el cansancio acumulado de la jornada, que como costumbre fue extenuante. Largas caminatas en un frenesí por querer ver todo y no querer pagar un taxi. Antes que gastar un billete de dólar en papel prefiero ir a un baño que no tenga bidet. Cierto! En U.S.A no hay bidets. No voy entrar en detalles por razones obvias, pero digamos que su ausencia es incómoda y poco higiénica. La mejor opción es bañarse después de ir al baño. Pero eso no se puede hacer si las ganas te agarraron en el Central Park.

 Hermoso el parque ese, esta vez me tocó ver los árboles desnudos y sin nieve. En su esplendor primaveral o cubiertos de nieve deben conformar una visión espectacular. Lo recorrí en una bici alquilada. Todo bien, pero cuando uno se acerca a Harlem la cosa empieza a ser en subida, y se me complicó un poco, para colmo no había comido.

La comida es un tema. Fuera de McDonald´s y alguna que otra cadena similar, como Burger King o la proveedora oficial de energía de este post, Dunkin´Donuts, es muy difícil comer por menos de diez dólares. Creo que ya probé la mitad de los combos existentes. En Argentina un combo sale casi diez dólares, mientras que acá ninguno llega a siete. En nuestro país ir a un Mc no es una opción económica, sí lo es si lo comparamos con un restaurant pero ese no es el caso. Pienso que la gente que va a McDonald´s en Argentina tiene cierto poder adquisitivo y los que no lo tienen y van no lo tienen como una opción para todos los días. No diría que da prestigio cenar una Cajita Feliz, pero sí que está asociado con cierta clase. Acá en U.S.A. los Mc son lo más bajo de todo. Casi diría por debajo de los puestos callejeros de comida árabe de Manhattan. En los Simpsons siempre se burlan de la cadena de comida rápida, haciendo referencia a como son el lugar preferido de los homeless para hacer su necesidades o para bañarse en las piletas de los baños.

Siendo las 11:36 P.M. finalizo por ahora de escribir. Los dejo con una foto del lugar en donde estoy atrincherado.